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¿Hipotecas a tipo variable o fijo?
Una pregunta muy recurrente que nos hacen los clientes de RN Tu solución hipotecaria es sobre la elección entre hipotecas a tipo variable o fijo. Pues bien, la respuesta no depende de si una es mejor o peor en líneas generales que la otra sino que dependerá más bien de la situación económica de cada persona y del riesgo que esté dispuesto asumir. No es lo mismo saber desde el primer momento lo que vas a pagar durante todo el plazo del préstamo, que depender de un índice que pueda variar a la alza o a la baja aunque, como veremos, las ventajas de esta «incertidumbre» en muchos casos merecerá la pena.
Por esta razón este artículo no pretende dar un respuesta definitiva a esta pregunta pero sí plasmar las ventajas objetivas de cada una de los dos tipos de hipoteca.
¿Por qué elegir una hipoteca variable?
Son varios los motivos por los que escoger una hipoteca a tipo variable por delante de una fija, aquí van algunos de ellos:
- Euribor en negativo: Desde febrero de 2016 el índice de referencia para las hipotecas españolas cotiza en cotas negativas, siendo este el sexto mes consecutivo. Además, recientemente, la presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), dijo en unas declaraciones que no tiene previsto subir los tipos a corto plazo, lo que significa que en la zona euro, tampoco habrá cambios.
- Diferenciales bajos: Las entidades bancarias compiten entre ellas para ofertar la mejor hipoteca del mercado en la ya llamada “guerra de diferenciales”. Esto no hace más que beneficiar al cliente, porque cuanto menor sea el diferencial, menos intereses va a tener que pagar a lo largo del préstamo hipotecario. Es cierto que no llegamos a los niveles de antes de la crisis, pero se compensa con el Euribor en mínimos históricos.
- No existe la cláusula suelo: Lo que hace unos años podía ser un impedimento a la hora de solicitar una hipoteca a tipo variable, ahora gracias a una sentencia de la Unión Europea que cataloga las cláusulas suelo como abusivas, ya no lo es. Aún no se sabe si las entidades van a tener que devolver todos los intereses generados gracias a esa cláusula o parte de ellos, lo que sí es seguro, es que no van a poder comercializar ninguna hipoteca que incluya esa cláusula.
- A corto plazo es más económico: Los préstamos hipotecarios suelen tener un plazo máximo de devolución de entre 30 – 40 años, lo que significa que por lo menos, durante los primeros años de amortización del préstamo, el cliente deberá hacer frente a una cuota mensual menor debido a la situación en la que se encuentra el Euribor actualmente. ¿Puede ser que de aquí a un tiempo el Euribor experimente una subida? Puede ser, pero como nadie puede predecir el futuro, a día de hoy, la cuota de una hipoteca variable generalmente será más barata que una fija.
- Menos comisiones y vinculaciones: Aunque poco a poco las hipotecas fijas van mejorando sus requisitos y condiciones para tratar de hacerlas un producto hipotecario atractivo para aquellos que buscan financiación, siguen siendo las hipotecas variables las que presentan una mejor hoja de servicios. Por lo menos, estas hipotecas no tienen la comisión por riesgo de interés, que sí incluyen todas las hipoteca fijas y que sanciona con hasta un 5% la amortización o cancelación del préstamo. Además, cada vez son más las hipotecas variables libres de comisiones y con vinculaciones mínimas.
¿Por qué elegir una hipoteca fija?
Las razones por las que escoger una hipoteca fija antes de un préstamo hipotecario a tipo variable, estos son algunas de sus ventajas:
- Mejora del tipo de interés: Ante la situación actual en la que se encuentra el Euribor, las entidades bancarias están apostando cada vez más por las hipotecas fijas y lanzando campañas promocionales anunciando rebajas en el tipo de interés. Se están comercializando hipotecas fijas con interés que oscilan entre 1,95% – 3% dependiendo del plazo de devolución, situación impensable hace unos años.
- Menor riesgo: Las principal ventaja de una hipoteca a tipo fijo frente a una a tipo variable, es que desde el primer momento de formalización del préstamo, el cliente sabe que cuota va a pagar. Es el factor esencial para decantarse por un tipo de hipoteca u otra, todo depende del nivel de riesgo que se quiera asumir, con la hipoteca fija, el cliente se garantiza que no tendrá sorpresas durante el plazo de devolución del préstamo.
- No existe la cláusula suelo: Igual que sucede en las hipotecas a tipo variable, en las fijas no existe ningún tipo de cláusula dado que el interés es fijo y no puede variar durante la vida del préstamo hipotecario.
En RN Tu solución hipotecaria estamos a tu entera disposición para analizar tu caso concreto de forma totalmente gratuita y ayudarte a elegir la mejor hipoteca que se adapte a tu perfil y necesidades.