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¿Hasta cuánto conviene endeudarse al comprar una casa?
¿Hasta cuánto conviene endeudarse al comprar una casa?
Hoy en día, comprar una casa sin endeudarse, o dicho de forma coloquial “a tocateja”, es prácticamente imposible para el ciudadano medio español. De hecho, lo más habitual cuando se adquiere una vivienda al contado, es que se haya vendido otra propiedad previamente y se utilice esa liquidez para la nueva.
Por el contrario, la mayoría nos vemos obligados a recurrir al banco y pedir una hipoteca para poder comprar. Aunque este préstamo se devuelve con intereses, lo que significa que la adquisición del inmueble será finalmente más cara, es la única alternativa viable para la mayoría: endeudarse.
Lo que sucede en muchos casos, por desgracia, es que el deseo de tener nuestra propia casa nos ciega, a veces hasta el punto de endeudarnos por encima de nuestras posibilidades, lo que en el futuro puede tener consecuencias terribles para la economía familiar.
Por eso, es bueno recordar que una vivienda no es algo que deba comprarse a la ligera, sino que hay que valorar bien nuestra situación financiera, y buscar una alternativa que nos permita endeudarnos de una forma sana, sin que nuestra situación económica peligre.
La duda en estos casos, es hasta dónde podemos considerar una deuda como “sana”. De hecho, ¿existe alguna que lo sea?
El concepto de deuda buena sí es algo habitual en el mundo de las finanzas. Se considera buena, aquella deuda que no comprometa nuestra economía y nos ofrezca un rendimiento a futuro.
Una vivienda puede serlo, ya que con el tiempo tienden a revalorizarse. Si asumimos una cuota baja que podamos pagar fácilmente, tendríamos un activo cuyo valor futuro sería superior al actual, por lo que estaríamos hablando de una buena inversión.
Ahora bien, ¿hasta dónde es sano endeudarte para comprar una casa? La mejor forma de medirlo, es a través de un porcentaje, ya que dependerá de cuáles sean tus ingresos netos.
Los propios bancos, aplican una tasa de endeudamiento para medir el perfil de riesgo del cliente, que generalmente ronda entre el 30% y el 35% de los ingresos que este obtenga. Si la persona supera estos porcentajes, se considera un perfil de riesgo más elevado, por lo que resulta más complicado que le concedan otro préstamo.
El Banco de España, sitúa precisamente el límite de un endeudamiento sano en un 35%, lo que quiere decir que una persona que gane 1.700€ al mes, por ejemplo, no debería destinar a sus deudas más de 595€. De este total, otro 50% como máximo debería destinarse a los gastos esenciales, y el restante al ahorro,
Cuanto menor sea tu endeudamiento, por tanto, mayor será la capacidad de ahorro.
Ricardo Gulias, director de RN Tu solución hipotecaria, traslada estos porcentajes a un lenguaje más coloquial, afirmando que “antes de comprar una casa, valora si asumiendo la hipoteca vas a poder vivir tranquilo. Si te ves obligado a renunciar a algunas de tus comodidades, como esa caña o cena ocasional con tus amigos, quizás no merezca la pena”.
Por otro lado, está la cuestión de la entrada de la vivienda. Dado que lo habitual es que nos financien el 80% (aunque pueden conseguirse un porcentaje mayor dependiendo del perfil del comprador), ya se sabe que debemos contar con un capital ahorrado previamente para comprar una casa.
Pero, ¿es sano descapitalizarnos y gastar todos nuestros ahorros en la entrada? La respuesta es no. Los expertos aconsejan siempre contar con un fondo de emergencia, es decir, unos ahorros que igualen entre 3 y 6 meses de sueldo, y nos protejan de imprevistos.
Si sigues teniendo dudas sobre tu ratio de endeudamiento y la cuota máxima hipotecaria que puedes asumir, los asesores de RN Tu solución hipotecaria están a tu disposición para aconsejarte y guiarte durante todo el proceso.
Artículo escrito por Héctor Chamizo Twitter: @hectorchamizo
Centro de Estudios de www.tusolucionhipotecaria.com