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¿Amortizar hipoteca o reinvertir?
¿Amortizar hipoteca o reinvertir?
A nivel cliente siempre se genera el dilema sobre si es momento de amortizar la hipoteca o reinvertir capital para ganarle al tipo de interés. ¿Qué es lo que más puede compensar a nivel del usuario? Las dos opciones tienen sus ventajas y es necesario echarle un ojo para saber qué compensa más en realidad.
En primer lugar, amortizar significa adelantar el pago de una parte o del total de la deuda contraída. Es decir, quitar hipoteca. Se puede hacer de dos formas, cada una con sus ventajas e inconvenientes.
Hay que tener en cuenta la cuota. Es decir, la cuantía que pagas por adelantado se resta del total, pero se mantiene el tiempo de vida de la hipoteca. Esto significa que pagarás menos cada mes y, por tanto, te permitirá disponer de más capital.
Pero también el plazo. Dicho de otro modo, la amortización se destina a reducir mensualidades de la hipoteca, lo que significa que seguirás pagando lo mismo, pero acabarás antes. Su ventaja es que se pagan menos intereses a lo largo de la vida del préstamo.
Se pueden encontrar buenos motivos para optar por la amortización en cualquiera de las dos modalidades. Ante los bajos intereses que proporcionan actualmente productos de ahorro como los depósitos, amortizar hipoteca se convierte en la mejor opción para las familias españolas.
Ahorrarse los intereses del préstamo es una ventaja y reducir la carga fiscal es otra: los que compraron antes de 2013 saben que el pago de su hipoteca desgrava en la declaración de la renta. La deducción por vivienda habitual es del 15% de las cuotas de amortización del préstamo (capital e intereses) pagadas durante un ejercicio, con un tope de 9.040 euros.
Este tope se podría ver incrementado en otros 9.040 euros si se trata de matrimonio que presenta declaraciones de IRPF individuales. Es decir, que, si con el pago de la cuota mensual de la hipoteca durante todo un año no llegas a esa cifra, te interesa amortizar para deducir el máximo posible.
¿Y por qué invertir? Una hipoteca sobre un inmueble es, para la mayoría de nosotros, el mayor gasto financiero de nuestras vidas y tiene como objetivo disponer de un hogar. Pero hay que entender que el piso o la casa que se compra es un bien, una inversión.
Hay que considerar que normalmente las hipotecas tienen una comisión por desestimiento (que afecta a las amortizaciones anticipadas, tanto totales como parciales) y que está regulada por ley con un máximo del 0,5% si la amortización se hace en los cinco primeros años de vida de la hipoteca y el 0,25% a partir del sexto.
Además, hay una comisión adicional, la compensación por riesgo de tipos de interés, que se aplica casi exclusivamente en las hipotecas a tipo fijo y que puede llegar hasta el 5%. Esta comisión encarece y por lo tanto dificulta al hipotecado la realización de amortizaciones.
Si el interés que se paga por la hipoteca es inferior a la rentabilidad de una inversión, entonces no conviene amortizar. Mientras que, si se paga un interés alto y difícilmente se puede superar con una inversión, es preferible amortizar.
En resumen, todo depende de nosotros, de cómo somos qué objetivo tenemos, qué queremos, y qué riesgo queremos asumir con nuestro dinero. Si disponemos de capital ahorrado hay que preguntarse todos los conceptos que hemos indicado anteriormente.
Artículo escrito por Héctor Chamizo Twitter: @hectorchamizo
Centro de Estudios de www.tusolucionhipotecaria.com